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| Extraído de Internet, desconozco autoría |
Nos
encontramos en tiempos de "posverdad", un término que ha ganado una
relevancia particular en el ámbito político y social en los últimos tiempos.
¿qué entendemos exactamente por posverdad? Yo la definiría como una estrategia
de manipulación que se caracteriza por apuntar a la emocionalidad, la
desinformación y la exacerbación de creencias personales para generar
adhesiones de opinión que carecen de fundamentos en la realidad tangible y verificable.
En otras palabras, en la era de la posverdad, la verdad objetiva puede ser
ignorada o distorsionada en favor de discursos que apelen a las emociones y a
las creencias previas de las personas.
Los medios de comunicación juegan un papel significativo en la propagación de la posverdad. ¿cómo los medios contribuyen a este fenómeno? las plataformas digitales, pueden difundir información falsa o engañosa. Esto puede deberse a la falta de verificación de hechos o a la propagación deliberada de información falsa para atraer la atención o promover una agenda. Las redes sociales y sus algoritmos están diseñados para mostrar a los usuarios contenido relevante según sus preferencias previas. Esto puede crear burbujas de información, donde las personas solo ven y se involucran con opiniones y noticias que confirman sus creencias existentes, lo que refuerza aún más la posverdad.
La sobreabundancia de información puede generar confusión y dificultades para discernir entre fuentes confiables y opiniones infundadas. Esto puede dar lugar a debates sin sentido y a la polarización, ya que las personas tienden a aferrarse a sus propias creencias sin cuestionarlas ni considerar otras perspectivas.
Frente a la posverdad, es fundamental fortalecer el pensamiento crítico y la alfabetización mediática para navegar con confianza en un mundo inundado de información y desinformación. En un entorno en el que las noticias falsas, los mensajes y las interpretaciones erróneas pueden propagarse rápidamente, cultivar habilidades sólidas para discernir la verdad se vuelve esencial.
En tal sentido el
pensamiento crítico aporta en esa dirección e implica ir más allá de lo superficial y examinar
cuidadosamente las afirmaciones antes de aceptarlas. No se trata solo de ser
escépticos, sino de ser curiosos y analíticos. La alfabetización mediática
complementa el pensamiento crítico al proporcionar las herramientas necesarias
para analizar y comprender los medios de comunicación. Implica entender cómo se
construyen las noticias, cómo se seleccionan los temas, cómo se presentan
visualmente y cómo se puede manipular la información a través del lenguaje y
las imágenes. Al mejorar nuestra alfabetización mediática, podemos detectar
estrategias persuasivas y reconocer cuando se están utilizando para influir en
nuestras opiniones y creencias.
En síntesis, enfrentar la posverdad requiere de un compromiso constante
con la verdad objetiva y una voluntad de cuestionar nuestras propias creencias
y prejuicios. Al fortalecer el pensamiento crítico y la alfabetización
mediática, podemos navegar por el panorama informativo actual con mayor
confianza y resiliencia, tomando decisiones informadas y contribuyendo a un
discurso público más sólido y fundamentado.
¿A qué nos enfrentamos a la hora de hacer frente a la posverdad?
En la era de la información digital, estamos expuestos a una gran cantidad de información constantemente. Esto puede llevar a una sobrecarga de información, lo que hace que las personas se sientan abrumadas y limitadas en cuanto al tiempo y la energía disponible para dedicar al pensamiento crítico y la investigación exhaustiva. A su vez las personas a menudo tienen la tendencia a ajustarse a las opiniones y creencias de su entorno social para encajar y sentirse aceptados. Esto puede dificultar el cuestionamiento de ideas prevalentes, incluso si esas ideas carecen de fundamento.
La incertidumbre puede resultar incómoda para muchas personas. A veces, aceptar información simplificada y directa puede proporcionar una sensación de seguridad y certeza, incluso si esa información es incorrecta o sesgada. En algunos casos, la desinformación y la propaganda están diseñadas para apelar a las emociones y a la simplicidad, evitando el pensamiento crítico. Esto puede hacer que las personas acepten información falsa sin cuestionarla, ya que se ajusta a sus creencias o emociones preexistentes.
Superar estas barreras requiere un esfuerzo consciente por parte de las personas para desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico, estar dispuestas a enfrentar la complejidad y la incertidumbre, y dedicar tiempo y energía a evaluar cuidadosamente la información antes de aceptarla como verdadera.
Medios, Política y crisis de sentido:
La relación entre medios y política es compleja y multifacética. Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la forma en que se informa, discute y percibe la política en una sociedad. En este contexto, la falta de reflexión crítica y análisis profundo se ha convertido en una tendencia común en la sociedad. Los valores culturales que promueven el individualismo, el "hace la tuya" y el enfoque en el "aquí y ahora" han dejado huella en el pensamiento y la acción colectiva. Parecería ser que nos hallamos inmersos en una crisis de sentido y memoria colectiva en tanto hemos perdido conexiones significativas con nuestro pasado y las tradiciones que han moldeado nuestras identidades culturales. En relación a esto me gustaría hacer la diferenciación entre "tradición" y "tradicionalismo". La tradición representa una base cultural e histórica sobre la cual podemos construir y evolucionar. Proporciona continuidad con el pasado, un sentido arraigado de pertenencia. Las tradiciones son valiosas porque transmiten lecciones aprendidas y conocimientos a través de las generaciones, algo esencial para nutrir a las nuevas generaciones y ayudar a comprender su lugar en el mundo. En contraste, el tradicionalismo se refiere a la rigidez y la resistencia al cambio. Si una sociedad se aferra ciegamente a sus tradiciones sin cuestionarlas o adaptarlas a nuevas realidades, corre el riesgo de enfrentar la rigidez cultural y el estancamiento. En este escenario, las tradiciones dejan de ser una fuente de enriquecimiento y se basan en obstáculos para la transformación.
La pérdida de sentidos compartidos pueden tener consecuencias devastadoras, ya que el pasado y la memoria colectiva son fundamentales para entender quiénes somos como individuos y como comunidad. La falta de confianza en los demás y en las instituciones puede generar apatía política y falta de voluntad para organizarse y participar en la vida política de un país.
Quiero destacar que los medios de comunicación también pueden ser una parte importante de la solución para abordar la posverdad. La promoción de un periodismo responsable, basado en hechos y bien investigado, así como la educación de las personas sobre cómo reconocer y enfrentar la desinformación, son medidas clave para contrarrestar este fenómeno y fortalecer la confianza en la información veraz y objetiva.

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